¿Hacia dónde vamos? Breve reflexión sobre la sociedad actual

La crítica es el totalitarismo instaurado en Europa desde el siglo pasado, régimen cuyos herederos, la disconformidad y la desidia, han conseguido filtrarse en todas las capas sociales. Lejos de venderse a este espíritu negativo, permita el lector una observación: raro es que una persona conteste “bien” a la pregunta “¿cómo estás?”, porque siempre hay una esperanza frustrada, un compañero de trabajo irresponsable, un malentendido con la pareja o, mucho más peligroso que eso, un dilema con uno mismo.

Nos creemos modernos y efectivamente lo somos, pues arrastramos los esquemas sociales y el ansia de dominio propio del siglo XVIII. No obstante, también somos unos románticos decimonónicos que buscan la novedad, lo extraordinario y, por qué no decirlo, esa libertad personal que tenemos de fábrica y no nos dejamos disfrutar. Necesitamos recordar momentos mejores y por eso adoramos las nuevas versiones de los clásicos de Disney, eso sí, adaptando el guion a los cánones feministas e inclusivos. Nos quejamos de la adicción a la tecnología, el vacío intelectual y cultural y el individualismo, pero a la vez nos presentamos como la sociedad en la que más se lee, más se comparte y más se opina gracias a estos avances y al modelo cultural de entender las relaciones sociales.

Manifiesto que somos hijos de la ciencia y del amor; manifiesto que somos padres de creaciones impensables; manifiesto que somos hermanos de otras culturas, de las que aprendemos el equilibrio y redescubrimos el sentido de la religiosidad natural; manifiesto que seguimos siendo esos niños asombrados ante Dante, Dostoiewski, Goya, Klimt, Monet y Oteiza; manifiesto que cada niño europeo acabará encajando este siglo ecléctico y se convertirá en adulto.

Puede que la mayoría de personas comiencen su día o sus escritos criticando, puede que propongan volver a otras épocas de imprenta y máquina de escribir o asumir una visión virtuosa, sobria, casi estoica, para sobrevivirnos en medio de tanta contradicción. Querido lector, no se engañe y sobre todo, no se desespere. Le invito a sentir ternura por nosotros mismos y por nuestra gente. Somos hijos de muchas épocas y es normal tener crisis de identidad.

Siguiente
Siguiente

Primer evento del proyecto: 15 de octubre de 2019