Itsaso Iribarren, joyera contemporánea: «Ahora está de moda el proceso y se ha dejado de lado el fin, se ha perdido el hacer las cosas bien»

  • Basa sus creaciones en la poesía visual, que une materiales para crear significado por medio de figuras retóricas.

  • Su proceso de creación comienza con la elección del tema, la investigación y la reflexión previa a la elección de materiales.

  • «Lo técnico es también importante: hay que saber hacer las cosas bien».

 

Itsaso es una joven de 26 años, graduada en Creación y Diseño por la Facultad de Bellas Artes del País Vasco. Ha estado becada en el Centro de Arte contemporáneo de Huarte y en Barcelona, lugares donde ha desarrollado tanto su faceta de joyera contemporánea como de maestra.

Cuando se le pregunta por sus creaciones artísticas, por sus joyas contemporáneas, asienta un presupuesto: se niega a ser considerada bajo el nombre artista, prefiere artesana. Y artesana, porque su trabajo tiene mucho de creación y manipulación de materiales, pero apunta que la joyería contemporánea no sigue para nada la estela de la joyería tradicional.

Un inicio reaccionario y autorreferencial

De hecho, explica cómo en los años 30 del siglo pasado, hubo una explosión de formas estilísticas en las que se muestra el arte contemporáneo desde la Escuela de Artes de Bauhaus. Pese a las diferencias palpables entre unas y otras, una tesis queda clara: el genio sobresale y el artesano queda desplazado.

A partir de los años 60, destacaron entre otros el Nuevo realismo, el Pop art, el Minimalismo y también el Arte conceptual, una rama del arte contemporáneo al servicio de la idea o concepto que se pretende transmitir con esa creación.

La joyería contemporánea se queda con la técnica y la estrategia de la joyería tradicional, pero es un tipo de artesanía en la que el concepto prevalece: aquí es donde se ve la unión con el arte contemporáneo y, sobre todo, la pertenencia de este tipo de joyería al arte conceptual.

Primeramente, se realza la figura del joyero y, segundo, comienza un juego con los materiales, tanto con los de dudoso valor como con los materiales nobles que se llevan usando desde antiguo en la joyería tradicional como el oro o las piedras preciosas.

Además, explica que este tipo de joyería es autorreferencial, de manera que en muchas ocasiones las obras creadas son una metarreflexión de la joyería contemporánea misma o de su valor y aporte en contra de la tradicional. Un ejemplo de ello es un brazalete creado por uno de los referentes mundiales de la joyería contemporánea, Otto Künsli. A simple vista, podríamos decir que es una pulsera grande y basta de cartón, pero en realidad es de oro. ¿El concepto? Podría ser el siguiente: ¿compras joyería solo porque es de oro, de materiales nobles, te interesa algo más alla, o es solo la vanidad de tener la muñeca decorada con oro?

Un romance con la poesía visual

El concepto parte de una fundamentación teórica que puede ser de corte filosófico, poético o trascendental, pero en vez de en el concepto, el artista también puede potenciar más la parte procesual o de experimentación.

La elección de en cuál de estas ramas el artista quiere desenvolverse depende en cierta medida de su carácter. Itsaso cuenta como una amiga suya, cogía la papelera del taller o de su habitación, urgaba y seleccionaba todas aquellas cosas que le llamaban la atención sobre la marcha: unos clips, unos papeles, unas gomas o un cartón. Con todos esos materiales que, apriori no parecen muy atractivos, conseguía crear.

Por ello, Itsaso explica que a esta amiga lo que más le gustaba, quizá también por su personalidad, era la experimentación procesual, es decir, los modos creativos en los que iba uniendo los materiales hasta que obtenía el producto final. A lo largo del proceso, esa obra iba adquiriendo significado, pero es la creatividad del momento la que manda tanto en la forma como en el significado.

Itsaso, explica que lo experimental no encaja nada con su forma personal de crear. Ella no crea de memoria, a pelo, sino que prefiere transmitir conceptos reflexionados y documentados. Además, el modo de transmitirlos es bastante peculiar.

Itsaso es una enamorada de la poesía visual. Desde el momento en que descubrió a Joan Brossa se ha quedado prendada de ese arte que se basa en una relación de objetos que juntos crean significado mediante la metáfora, la personificación o el paralelismo. Estos son los principales medios para plasmar su arte y, de ahí, se entiende la creación del príncipe-rana que se verá más adelante.

El proceso creativo de «Joyas de amor»

En cuanto a su proceso de creación, ella explica que primero elige el tema a tratar y realiza una documentación previa. En su exposición Joyas de amor en el Centro de Arte contemporáneo de Huarte para las jornadas de Encuentro Arte Joven 2019, leyó Crítica del pensamiento amoroso de la antropóloga Mari Luz Esteban porque tenía claro que quería hablar del amor y pensó en enfocarlo desde las tesis de este libro: la crítica del amor romántico en Occidente.

Lo primero, lee, porque pretende transmitir mensajes profundos y pulidos por medio de sus creaciones y, sin duda, esto implica una labor de lectura, investigación y reflexión previa. Mientras lo iba leyendo, sacaba aquellas citas que consideraba más interesantes o importantes, de tal manera que cuando acabó el libro, había compuesto un resumen del mismo mediante citas.

Después, trata de relacionar los conceptos con materiales. Por ejemplo, reflexionando sobre la figura del príncipe azul creó una urna-collar en el que se puede ver una rana (metáfora del príncipe azul hechizado) encerrada en un hexágono de cristal.

Pese a su aparente sencillez, confiesa que le llevó muchas horas de trabajo, sobre todo porque la rana está hecha con electroforming, una técnica que consigue recubrir con metal un objeto introducido en una pequeña piscina con productos especiales: el metal viaja por el líquido y se va adhiriendo al objeto que, en este caso, es una rana. La única desventaja es que el proceso suele durar entre unas seis y doce horas.

En este vídeo se pueden ver los pasos necesarios para recubrir un objeto con metal mediante esta técnica:

Es necesario recuperar la profesionalidad

Como última idea a destacar, Itsaso está convencida de que «ahora está de moda el proceso y se ha dejado de lado el fin. Creo que se ha perdido el hacer las cosas bien, el que un objeto se vea bien acabado, falta profesionalización«. Aunque admite que un cierto aspecto de inacabado pueda ser un rasgo distintivo de una obra contemporánea concreta, ella apunta a la necesidad de recuperar el mimo, la profesionalidad y el cariño o respeto por terminar la obra de manera adecuada y pulcra.

«Lo técnico es también importante: hay que saber hacer las cosas bien». Por ejemplo, explica cómo un artesano que es capaz de hacer vasijas en serie con un determinado acabado puede hacerlo rápidamente, pero lo más seguro es que le haya costado años llegar al fin a una técnica concreta, a la elaboración de unos pasos pensados y mejorados que, precisamente, le permiten hacer diseños de vasijas en minutos.

En ningún caso se debe admitir desdeñar el trabajo de un artista y artesano, pero él tampoco debe desdeñar la dignidad de su trabajo dejando de lado los últimos retoques. Si el lector se debiera quedar solo con una idea, sería esta precisamente: hay que recuperar el gusto por el acabado final de la obra, por el fin, hay que «saber hacer las cosas bien, acabarlas bien».


Ahora te toca a ti:

¿Qué piensas sobre recuperar el sentido de acabado?, ¿es necesario desplazar un poco la importancia sobre el proceso en pos del mimo por la obra final?, ¿estás de acuerdo con la posición de Itsaso? ¡Deja tus comentarios y opiniones abajo!

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